La Suerte Del Camión

Si hay un aspecto curioso y único en el anecdotario taurino del coso toledano, fue lo acontecido en la corrida del 5 de junio del 1958. 


Un toro que le correspondía lidiar a Julio Aparicio fue devuelto por la presidencia a los corrales por parecer reparado de la vista y hacer cosas raras. 


La imposibilidad de que los cabestros lo condujeran a los chiqueros y la pasividad de los actuantes en colaborar con ello hizo que el propio alcalde de Toledo, José Conde Alonso se dirigiera hacia el patio de caballos y condujo el camión cisterna del cuerpo municipal de bomberos para el riego por el ruedo con la intención de asustar al burel y que de huida volviera a los corrales. Las acciones, empujones y hasta el uso del chorro de la manguera contra el burel, en primer lugar causaron regocijo y luego detracción entre los asistentes según las crónicas de la corrida, hicieron que el toro se lastimase más aun quedando mermado para que el puntillero diese cuenta de él. 


Este encuentro tuvo repercusión nacional y fue bautizado como “la suerte del camión”


Fuente: La Tribuna de Toledo

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