¿Qué sentiste al saber que eras triunfador de varios certámenes entre ellos “Camino hacia Las Ventas?

No esperaba salir ganador. Al oír mi nombre se me pusieron unas mariposas en la tripa y sentí una felicidad inmensa.

¿Le dedicaste el triunfo a alguien?

El novillo que toreé en Las Ventas se lo brindé a Carlos Aragón Cancela. Fue un buen brindis por todo lo que me ha ayudado esta temporada.

Torear en Las Ventas es un privilegio…

Se disfruta desde que te vistes. ¡Es la mejor plaza del mundo! Y no todos los días hay novilladas sin caballos y menos se es el triunfador como lo he sido yo. Madrid es la plaza de mayor responsabilidad.

¿Cómo definirías tu tauromaquia?

Única, sentimental y con temple para todo aquel que lo disfruta desde fuera.

¿Cuál es el lance o pase que te puede hacer diferenciarte del resto?

Un natural con la mano izquierda despacio y por abajo.

La suerte suprema es uno de tus puntos fuertes, ¿cuál es la clave?

Cada uno tiene sus claves… Para matar bien hay que tirarse sin pensar que vas a pinchar.

Has tenido una lesión en la extremidad superior derecha…

Toreando en Brihuega, al entrar a matar, lo pinché y con el puente de la espada me partí el metacarpiano. Me dificultaba coger la muleta con la mano derecha pero cuando se está delante del novillo no te acuerdas si te duele la mano o el pie.

¿Qué sientes cuando estás totalmente acoplado con el astado?

Soledad. Cuando estoy frente al novillo y me mira, me siento como si estuviese solo en la plaza toreando, no hay público, no hay nada.

Entonces, ¿toreas para ti?

Sí. Hay toreros que venden más de lo que hacen. Si yo disfruto toreando creo que la gente que me está viendo también disfruta.

Ha sido una gran temporada ¿hay algo previsto para la que viene?

Seguir en la línea que voy y no cambiar. Ya irán saliendo los apoderados y las fechas… No hay prisa ninguna.

Los toros son… la fiesta nacional y hay que mantenerla.