¿Por qué decidió unir ambas aficiones: toros y pintura?

Era casi una consecuencia inevitable. Pintar, como todas las artes, es una actividad que alimenta el espíritu del hombre, pero en mi caso, pintar temas taurinos es algo más que la sola acción de la pintura. Es unir dos pasiones. Es vivir y sentir el mundo de los toros. Creo que hay pocos temas en la pintura que me resulten más sugerentes que los de la Tauromaquia, en cualquiera de sus múltiples facetas.

¿Tiene algún torero predilecto que le sirve de ”musa”?

No especialmente. No soy pintor o dibujante “copista”, sino que prefiero dejarme llevar por el acto creativo. Cuando pinto escenas de toreo, mi musa es, en realidad, el propio toreo; el que yo considero y siento que es el buen toreo.

¿Cuál es su mejor obra?

Mi mejor obra está en el apunte, el dibujo, la ilustración para artículos o libros, y últimamente en la técnica mixta, basada en la plumilla mezclada con la aguada y algún toque de guache.

¿Crees que este tipo de manifestaciones artísticas fomenta la cultura taurina?

Creo que forma parte de la cultura taurina, pero no tengo claro que la fomente, sino que la acompaña y complementa. La verdadera manifestación artística es el toreo, y ella, por sí sola, es suficientemente trascendente como para que de ella beban las demás expresiones artísticas o culturales que giran alrededor del mundo de los toros.

Por cierto ¿cómo ve actualmente los toros?

Si la pregunta es referida la los toros en general, como actividad, los veo desorientados, vulnerables, incomprendidos y marginales. Hace mucho que dejaron de ser la Fiesta Nacional. Se acercan peligrosamente a una representación superficial y artificiosa de lo que fue su verdadera esencia.

Si nos referimos en concreto a los toros, como animales bravos destinados a la lidia, veo que han perdido, desde hace mucho tiempo, el papel protagonista que inicialmente tenían, libre e independiente, equiparable en importancia al del torero, y que ahora ha perdido al ser victima de una artificiosa manipulación para relegarlo a un papel secundario en aras y al servicio de la consecución de una supuesta idea de arte, (el toro artista), negándole su propia esencia y significado en la fiesta de los toros. Y sálvense también las pocas excepciones que sean menester.

En el caso de que José Tomás no pueda comparecer en Las Ventas ¿A quién pondría en su lugar?

Sin dudarlo, a Morante de la Puebla. Si se me permite la “exageración”, por mí debería estar en casi todos los carteles de la feria.

Los toros son… Una apasionante y bellísima manera de ejercer el oficio de vivir